Estimado amigo,
Llevo varias semanas leyendo y escuchando de todo sobre la inflación. Sobre el gran impacto que va a tener en la economía y en los tipos de interés. Que, si viene para quedarse y no es transitoria, o por el contrario, solo será un repunte temporal.
El pasado 12 de mayo se publicó el índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos que subió un 4.2% interanual en abril, debido principalmente a la rápida reapertura de la economía. Era un dato muy esperado y que ha estado lejos de lo que los analistas una vez más habían predicho. Siendo el nivel más alto de los últimos 13 años y el mayor aumento en un mes (+0.9%) en 40 años. Datos para la historia.
Hoy esta cifra ya ha sido largamente digerida por los mercados. Con el dato en la mano, los mercados, según lo que veníamos leyendo, debían haber colapsado ¡por lo menos! Pues nada señores, los mercados han hecho caso omiso del dato de inflación. Ni siquiera el bono del tesoro americano a 30 años bajó. Para más inri, subió. Y la bolsa, que sobre todo sube por la competencia a la renta fija, pues acabó subiendo también.
Todo hace indicar que las futuras estimaciones de inflación seguirán siendo altas y quizá alguna muy alta. Nadie sabe si se confirmará una inflación sostenida. El breakeven de inflación a 10 años tampoco ha subido mucho, ni ha marcado un cambio de tendencia. Con lo cual, no podemos tirar las campanas al vuelo, y seguro que la inflación va a tener mucho que decir en los próximos meses.
Por el momento, el primer impacto de la inflación en los mercados es ya historia. Los mercados se siguen moviendo a una velocidad vertiginosa y se mantienen en máximos históricos. Nada asusta a la economía ni a los mercados. Que os voy a decir que no sepáis, la vida es así y los mercados asá.
Un abrazo,
David Levy
