Conclusiones de la reunión de trabajo organizada por ASEAFI el pasado 3 de abril titulada ‘Outlook sectores y estrategias’. Por Isabel Cánovas del Castillo, miembro del equipo comercial de J.P Morgan Asset Management.
La industria de la gestión de activos vive una transformación imparable. Y en el centro de este cambio se encuentran los ETFs (Exchange Traded Funds), que han pasado de ser un vehículo financiero utilizado mayoritariamente en EE.UU. a convertirse en una herramienta clave para inversores profesionales en todo el mundo. Hoy, estamos ante una nueva revolución en los ETFs: la combinación de la gestión activa con la eficiencia operativa y la accesibilidad de este tipo de vehículos.
Desde J.P. Morgan Asset Management, llevamos años apostando por una gama de ETFs de gestión activa que aprovecha todo el conocimiento de nuestros equipos globales de análisis y selección de compañías. Con más de 222.000 millones de dólares en activos gestionados a través de ETFs, y siendo el mayor proveedor mundial de ETFs de gestión activa UCITS, creemos que este formato es una vía directa hacia una construcción de carteras más eficiente, transparente y rentable.
¿Por qué están creciendo tanto los ETFs?
La respuesta está en su estructura. Los ETFs ofrecen transparencia diaria, cotización intradía, comisiones más bajas que los fondos tradicionales y una gran accesibilidad para inversores profesionales y particulares. Además, su eficiencia operativa permite reducir la rotación de las carteras, optimizando la gestión del riesgo y el coste.
Pero no se trata solo de ventajas estructurales. La demanda de productos que ofrezcan acceso temático, exposición geográfica concreta o filtros ESG ha impulsado el desarrollo de estrategias cada vez más sofisticadas. El crecimiento anual compuesto (CAGR) de los ETFs UCITS se sitúa en el 20 %, y se espera que los activos bajo gestión se dupliquen de aquí a 2030, según nuestras estimaciones.
Gestión activa: más allá del índice
Una de las innovaciones más relevantes en este nuevo ciclo es la aparición de los ETFs de gestión activa. En nuestro caso, esto se traduce en la gama Research Enhanced Index (REI), que combina análisis fundamental, filtros ESG y una construcción de cartera activa, con un tracking error bajo (entre 1 % y 1,5 %) y una estructura de costes competitiva (en torno a 20-25 puntos básicos).
A través de esta gama, podemos seleccionar las compañías que más nos convencen y evitar aquellas que, por criterios financieros o sostenibles, preferimos excluir. Esto permite generar rentabilidad adicional frente a los índices tradicionales, con un enfoque alineado con las preferencias de los inversores institucionales.
Nuestros fondos como JREG (Global Equity REI ESG), JREU (US Equity REI ESG) o JREE (Europe Equity REI ESG) han demostrado su capacidad para batir al benchmark de forma consistente en los últimos años. Con un enfoque que prioriza la calidad, la estabilidad en los flujos de caja y la sostenibilidad, creemos que estos ETFs ofrecen una alternativa eficiente para quienes buscan diversificación y control del riesgo sin renunciar a la rentabilidad.
Una nueva forma de construir carteras
En un entorno de tipos de interés variables, regulación creciente y demanda de sostenibilidad, los ETFs ya no son solo una opción para indexarse a bajo coste. Son una herramienta estratégica para dar forma a carteras adaptadas a cada cliente, objetivo o condición de mercado.
Hoy más que nunca, la tecnología, la gestión activa y la transparencia convergen en este vehículo que ya es una pieza central en la arquitectura moderna de inversión. En J.P. Morgan Asset Management seguiremos trabajando para innovar, generar valor y ofrecer a nuestros clientes soluciones a la altura de los nuevos tiempos.