- Conclusiones de la ponencia ‘Por qué ahora es un buen momento para invertir en infraestructura cotizada’ que tuvo lugar el pasado 29 de mayo en el evento titulado ‘Infraestructure & Debt’.
- Por Harry Boyle, co-Portfolio Manager of the Impax Sustainable Infrastructure strategy and the Impax Water Strategy.
En un contexto económico global marcado por la volatilidad y los cambios estructurales, las infraestructuras cotizadas se posicionan como una opción de inversión sólida y equilibrada. Con más de 30.000 millones de euros bajo gestión y presencia en Europa, América y Asia, Impax es una de las gestoras líderes en renta variable temática, especialmente en sectores como las infraestructuras sostenibles y el agua, además de fondos en renta fija y capital privado.
Dentro de este marco, la inversión en infraestructuras cotizadas se consolida como una vía para capturar el potencial de crecimiento del sector, manteniendo al mismo tiempo un perfil defensivo, adecuado para carteras que buscan estabilidad sin renunciar a la rentabilidad.
Esta clase de activo se beneficia de una serie de impulsores estructurales de carácter global y a largo plazo. Retos como la descarbonización, el envejecimiento de la población, la urbanización, la digitalización o la creciente escasez de recursos naturales, lejos de resolverse en ciclos cortos, exigen planes de inversión sostenidos en el tiempo que abarcan varias décadas. La inversión en infraestructuras se convierte así en una respuesta a necesidades reales y persistentes, tanto desde la óptica del crecimiento como desde la responsabilidad social y medioambiental.
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Las áreas con mayor dinamismo dentro de la estrategia de Impax incluyen sectores como la infraestructura energética, las redes eléctricas, la gestión del agua, las telecomunicaciones, la digitalización, las instalaciones sanitarias y de cuidados, así como la electrificación del transporte y de los edificios. Todos estos sectores están directamente relacionados con una demanda creciente y con marcos regulatorios que exigen cada vez más compromiso en materia de sostenibilidad.
Una estrategia propia y diversificada
La estrategia de Impax se basa en una definición amplia y propia de infraestructura sostenible, que incorpora sectores tradicionales como la energía o el transporte, pero también ámbitos menos habituales como la educación, la salud o la eficiencia de los recursos. A partir de un universo de aproximadamente mil compañías cotizadas globales, el equipo de inversión de Impax selecciona de forma rigurosa unas 300 empresas para su análisis en profundidad, lo que da lugar a una cartera final concentrada en torno a 40 valores de alta convicción.
Las compañías seleccionadas se caracterizan por tener una capitalización media cercana a los 40.000 millones de dólares, ingresos estables, baja huella de carbono y exposición a megatendencias sostenibles. Actualmente, la estrategia presenta una ligera sobreponderación en Europa, una región que ha mostrado un comportamiento especialmente favorable en el último ejercicio.
Las infraestructuras cotizadas ofrecen una combinación equilibrada de defensa, diversificación y crecimiento sostenido. Además, representan una herramienta eficaz para reducir la huella de carbono de las carteras de inversión sin necesidad de renunciar a objetivos de rentabilidad atractivos. Este tipo de activo se presenta como una solución estratégica, especialmente en tiempos de incertidumbre, donde la estabilidad de ingresos, la previsibilidad regulatoria y el impacto positivo cobran un valor diferencial.
La inversión en infraestructuras sostenibles cotizadas se consolida así como una vía para acompañar la transformación global del sistema económico y energético, con una visión de largo plazo que integra sostenibilidad, estabilidad financiera y compromiso con el futuro.