Implicación ESG desde la visión del asesor – Repasamos ASEAFI Green Evolution II

¿Cómo abordar el enfoque ESG desde el punto de vista del asesoramiento? ¿Cómo identificar qué productos son realmente sostenibles, evitando el greenwashing o lavado de imagen verde? ¿Qué papel juega la ciencia de datos en todo este proceso?

 

Para responder a estas preguntas, la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (ASEAFI) celebró ASEAFI Green Evolution II, enfocado en el nuevo reto de Green MiFID para evitar el greenwashing, en el que se abordó en seis paneles el “tsunami" normativo y su impacto en la actividad del asesoramiento.

“Es importante conocer la teoría, pese a lo confusa que es, que nos lleva a invertir como asesores en el cumplimiento de una normativa que debería ser favorable al bien social”, afirmó Guillermo Santos, socio de iCapital, quien participó en el panel bajo el título “Transición Sostenible”. Puso el foco en el cliente y recomendó que “la industria financiera, comenzando por el regulador, no debería dejarse llevar por esta corriente de exceso de normas, formalidades vacuas y complejidad final para el inversor, quien solo desea claridad y simplicidad para sus inversiones. Esa creo debe ser la misión de los asesores”.

Asimismo, consideró la importancia de llevar a la práctica lo que calificó de cuatro puntos “básicos”. Esos puntos a los que aludía son relativos a la unificación de nomenclaturas, obligación a un disclosure total y absoluto de las carteras de los fondos de inversión, obligación de transparencia y publicación de una memoria de cómo se han cumplido los requisitos de sostenibilidad, e identificación de cada producto artículo 8 y 9 y la correlación entre la evolución de la rentabilidad entre los que cumplen e incumplen. Cabe recordar que las firmas deben etiquetar sus productos bajo los mencionados artículos del Reglamento de Divulgación de Información Financiera (SFDR), definidos como artículo 8 fondos que incluyen criterios de sostenibilidad en el proceso, mientras que los fondos artículo 9 tienen unos objetivos medioambientales o sociales predefinidos y medibles, es decir objetivos de impacto.

En la actualidad, el 35% del patrimonio en fondos españoles está invertido en fondos categorizado bajo este articulado, según la CNMV.

Estandarización

 

En la mesa redonda “Enfoque ESG desde el asesoramiento”, moderada por Marta Olavarría, responsable de Finanzas Sostenibles en Auren, la directora de Marketing y Comunicación de Schroders, Pilar Vila, afirmó que “la aplicación de la normativa es un tema demasiado complejo y la solución a un tema complejo no es la sobre- simplificación sino la sofisticación”. Para la entidad, la “principal herramienta es el conocimiento profundo del cliente”, más allá de su perfil financiero y de idoneidad, de aspectos legales de la ley, de productos que son y no sostenibles, entendimiento de qué es la sostenibilidad y lo que se puede conseguir con este tipo de productos, que requiere un esfuerzo del asesor y formación.

Por otro lado, hizo referencia a preguntas a las que se enfrenta el asesor acerca de la rentabilidad versus la sostenibilidad y enfatizó “que es un mito que hay que desterrar” y afirmó que “ninguna empresa que vaya a contracorriente de la sostenibilidad va a tener éxito a largo plazo”. Por su parte, Ismael García Puente, gestor de inversiones y selector de fondos en Mapfre Gestión Patrimonial, identificó dos grandes problemas a la hora de la implementación práctica de la normativa: “El acotamiento de productos disponibles para recoger las preferencias de sostenibilidad de los clientes y el aumento de costes y recursos que esto supone”. Y, al igual que comentaron otros panelistas, hizo hincapié en la falta de información. El gestor consideró que ahora es “poco realista” pensar en una solución que no sea de mínimos porque “necesitamos muchos avances y mucho más desarrollo en otras áreas para que podamos generar un test de idoneidad de garantías”. Añadió que a medida que se den pasos se debería ir hacia un test único para todas las entidades y asesores.

“La normativa no tiene que ser un palo en la rueda, como en todo hay una fase de adaptación, pero a la larga puede enriquecer la conversación y hacer más atractivo el producto a los clientes”, para lo cual es necesario que el asesor se forme y sea muy didáctico, apuntó Úrsula García, socia de FinReg360, en la mesa redonda. En cuanto a la estandarización de los test, la experta recordó la evolución que vivió el primer test de idoneidad y “ya tenemos los años suficientes para ver lo que ha ido pasando”, añadiendo que “aún ahora después de tantos años con el test en vigor, la estandarización no es algo que vaya a salir adelante, por lo menos en el medio plazo, ya que es difícil que el test que encaje a todos”.

Aplicación de golpe o gradual

 

En cuanto a poner en práctica todo este requerimiento, Olavarría planteó si es mejor hacerlo en un one-off o poco a poco, los panelistas coincidieron en que es mejor que sea gradual y paulatino, como sucedió en la aplicación del primer test de idoneidad, que vivió una evolución al requerir desarrollos en otras áreas. Coincidieron también que al ser un tema tan complejo requiere que todos los participantes vayan aprendiendo, evitando dirigir o condicionar al cliente a una respuesta concreta. “Estamos todos aprendiendo en el proceso, las empresas están aprendiendo a recolectar y adaptar esos datos, las gestoras estamos aprendiendo a procesarlos e interpretarlos y los asesores también”, apuntó Vila.

Alineación de productos

 

Sin embargo, no solo se trata de poder identificar la idoneidad del cliente, sino también de buscar la alineación de productos por parte de las gestoras y de ahí la conveniencia de conocer desde el punto de vista de las firmas como está siendo esa adaptación a la normativa. Tema que se trató en la segunda mesa redonda con el título “Readaptación del producto ESG”, moderada por el socio fundador de Ética y presidente de ASEAFI, Fernando Ibáñez, quien centró el debate en la adaptación de la normativa en las propias gestoras evitando caer en ese reto al que se enfrenta el sector que es el greenwashing. Sin embargo, la labor a la que se enfrenta un cliente o asesor al comparar fondos en principio similares se complica y por ello “se debería tender a un marco de homogeneidad para poder medir y comparar lo que están haciendo desde las gestoras de una forma más eficiente”, destacó Ana Rosa Castro, sales director en Nordea AM.

Por la parte de diseño de productos de inversión “el cambio no ha sido tan grande porque ya lo teníamos bastante desarrollado, aunque sí hemos tenido que incluir más recursos a nivel operativo para facilitar la disponibilidad al cliente”. Castro añadió que Nordea ha sido “muy conservadora a la hora de clasificar sus fondos” y, por ello, “en su mayoría son artículo 8, así como fondos con un mínimo de inversión sostenible”. En este sentido, Melanie Lange, associate director of distribution Spain Portugal Federated Hermes LTD, incidió en que “la regulación se enfoca en dar transparencia y que todas las gestoras hagan lo mismo y en la misma línea ya que hasta ahora cada una iba por su propio camino”. Además, comentó que la mayoría de las gestoras están optando por la vía de las PIAS (Principales Incidencias Adversas, que son aquellas incidencias del asesoramiento y de las decisiones de inversión que tengan efectosnegativos sobre los factores de sostenibilidad), que son menos restrictivas y son aptas para todas las estrategias. “Todos nuestros fondos artículo 8 son gestionados bajo PIAS, siendo más partidarios a implicarse con las empresas que excluirlas”. En cuanto a rentabilidad y sostenibilidad, ambas gestoras coincidieron en que a largo plazo la inversión sostenible aporta en el binomio rentabilidad riesgo.

Inteligencia Artificial para evitar el greenwashing

 

La última intervención corrió a cargo de Víctor Fernández, director de Producto para el Cumplimiento Normativo en Clarity AI, quien abordó cómo la Inteligencia Artificial y la Ciencia de Datos pueden evitar el greenwashing y ayudar a los asesores para salvar la barrera de acceso a los datos. El experto señaló tres problemas a los que se enfrentan los profesionales del asesoramiento. El primero, de dónde sacar los datos para asesorar correctamente a los clientes tal y como pide la normativa. En este sentido, destacó que en la actualidad faltan datos en los EET (European ESG Template) y, cuando los hay, “no son tan completos como nos gustaría”, y “si queremos asesorar a nuestros clientes sobre otro tipo de productos financieros, como acciones o bonos, entramos en terreno desconocido, ya que no hay datos de SFDR ni de taxonomía”. Otro problema que destacó son las metodologías, “ahora mismo no es fácil entender qué metodología utiliza cada gestor para decir si algo es sostenible o no” y recomendó tener metodologías “muy transparentes, claras y alineadas con la regulación”.

Por último, mencionó la necesidad de herramientas tecnológicas para recabar todos los datos de sostenibilidad y herramientas de reporting para los clientes. Precisamente, para salvar estos frentes, la firma trabaja para “llevar el impacto social a los actores del sistema financiero” a través de algoritmos de Inteligencia Artificial y el Data Science que garantizan la recopilación de datos de calidad.

Si quieres conocer más detalles sobre estas intervenciones, accede a nuestra plataforma de eventos.

 

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Sobre ASEAFI

ASEAFI desde su creación en 2010 ha luchado por representar al sector de las EAFIS bajo la premisa de que la unión hace la fuerza, y trasladando esa unidad en sus relaciones de mercado y con el regulador.

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