A lo largo de la última década el Private Equity en España ha experimentado un crecimiento notable. Un impulso fruto de tres factores: un contexto económico favorable, la reputación creciente de España como destino atractivo para los inversores internacionales, y el incremento del emprendimiento acompañado de la creación de startups.
A pesar de estos avances y de las noticias positivas, el contexto actual sigue siendo complejo y no está exento de desafíos. En 2024, el sector de Private Equity ha continuado evolucionando en un entorno desafiante. La alta inflación y las tasas de interés elevadas han impactado la inversión, especialmente en las fases más maduras del capital privado, donde los inversores han adoptado una postura más cautelosa. En este contexto, han sido las gestoras de Private Equity del primer percentil las únicas capaces de mantenerse en pie en un mercado de transacciones más frío.
Adicionalmente, en este año, la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías emergentes han consolidado su papel como motores fundamentales de innovación y crecimiento en múltiples sectores. Desde la automatización de procesos hasta la optimización de la toma de decisiones y el desarrollo de productos disruptivos, la adopción de la IA está transformando industrias enteras, como la salud, fintech, energía, industria…
Este entorno tecnológico ofrece oportunidades únicas para los inversores, y desde Crescenta, primera gestora digital de fondos de capital privado, consideran que Private Equity Growth es una estrategia clave para capitalizar estas tendencias, especialmente si se tiene acceso a fondos top tier como Insight, G Squared, o Summit Partners, que cuentan con históricos contrastados y rentabilidades anualizadas consistentemente superiores a la media.
Tras el éxito de su fondo “Crescenta Private Equity Growth I”, cerrado en pocas semanas con un tamaño de 25 millones de euros y más de 350 partícipes, Crescenta continúa apostando por esta estrategia con el lanzamiento de Crescenta Private Equity Growth II. Este fondo, que contará con gestoras de renombre como Summit Partners y Thoma Bravo, tiene como objetivo alcanzar los 30 millones de euros. Con él, la gestora estima rentabilidades simuladas históricas de los subyacentes superiores al 18%*, con un múltiplo de 2,5x veces la inversión inicial.
Además, el equipo de inversión de Crescenta está trabajando en el lanzamiento de un nuevo fondo para principios de 2025, con el que esperan seguir ofreciendo a los inversores la oportunidad de diversificar su cartera en mercados privados.
Récord de altas en SCR
Por otro lado, las Sociedades de Capital Riesgo (SCR) en España han mantenido su protagonismo, desempeñando un papel crucial en la inversión en proyectos participados por fondos de capital privado. Tras registrar un récord de altas de SCR en la CNMV en 2023, la tendencia se mantiene en lo que llevamos de 2024, alcanzando casi las 500 SCR, consolidándose como uno de los vehículos preferidos de los inversores para acceder a los mercados privados.
El crecimiento de este tipo de vehículo surge, principalmente, de la creciente demanda por parte de los inversores de activos privados. Sin embargo, el fuerte componente fiscal ha sido otra de las grandes causas que han impulsado el aumento de las SCR en los últimos años.
Las SCR son entidades de inversión colectiva de tipo cerrado que obtienen capital de una serie de inversores con el objetivo de realizar inversiones temporales en empresas de naturaleza no inmobiliaria, no financiera y no cotizadas. Deben destinar al menos el 60% de su patrimonio a este tipo de participaciones, cumpliendo con el denominado Coeficiente
Obligatorio de Inversión. Además, ninguna inversión individual puede superar el 25% del total del activo, lo que favorece una diversificación controlada y una gestión del riesgo más equilibrada.
Este régimen fiscal favorable ha sido un factor decisivo en el creciente interés por las SCR, tanto como vehículo de inversión como para los propios inversores. En términos fiscales, las plusvalías y dividendos generados por la venta de participaciones están exentas de tributación en el Impuesto de Sociedades en un 95% (e incluso un 99%, en el caso de las plusvalías, dependiendo del porcentaje de participación y el tiempo de permanencia). Además, el importe destinado al Coeficiente Obligatorio de Inversión se encuentra exento en el Impuesto de Patrimonio o “Solidaridad” y del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, sujeto al cumplimiento del resto de requisitos del régimen de empresa familiar.
Estas ventajas fiscales han hecho que las SCR se conviertan en una opción cada vez más atractiva, especialmente para grupos familiares.
Desde la gestora no han dudado en sumarse a esta tendencia invirtiendo en el desarrollo de Crescenta Alpha, con la nueva incorporación de Borja Alonso del Cid, para ofrecer apoyo en la creación, gestión y seguimiento de la inversión en Private Equity a través de un software que ofrece una visión global de una cartera de activos no cotizados. Adicionalmente, Crescenta ofrece acompañamiento fiscal y legal en todo el proceso de constitución de SCR.
*Objetivo basado en la rentabilidad neta histórica simulada obtenida por los fondos subyacentes seleccionados, bajo un escenario conservador. La rentabilidad pasada no constituye un indicador fiable de resultados futuros. Período de referencia para la simulación: período de comercialización de los fondos subyacentes, en períodos completos de doce meses. Más información sobre riesgos y condiciones aquí