En su carta de julio, David Levy (DiverInvest) vuelve a combinar experiencia personal, visión de mercado y sentido del humor para hablarnos de uno de sus activos favoritos: el dólar. Con anécdotas familiares, argumentos económicos y recomendaciones tan claras como provocadoras, analiza por qué la divisa estadounidense sigue siendo, en su opinión, el refugio más eficaz en tiempos de volatilidad. Una lectura refrescante y directa, ideal para este verano.
El dólar baja, una buena oportunidad
Estimado amigo/a,
El dólar es el activo financiero al que más cariño le tengo. Mi primer sueldo fue en dólares. ¿Quién no ha llevado el “dólar de la suerte” en la cartera durante la infancia? Y qué decir del retrato de George Washington, siempre imponente. En definitiva, el billete verde es el que más ilusión genera.
Mi padre, EPD, me enseñó que una cartera de divisas debía componerse en un 50% por dólares, y el otro 50% por una cesta con francos suizos, deutsch marks, francos franceses, pesetas, libras… y unas pocas liras italianas.
La paridad del poder adquisitivo (PPA) —lo que se considera el precio justo— frente al euro se sitúa cerca del 1,20. Por lo tanto, comprar dólares cerca de ese nivel, a medio plazo, será probablemente una buena inversión.
Además, el diferencial de tipos del dólar frente a la mayoría de las monedas del mundo es muy elevado. Su carry es altamente favorable para los inversores. En Europa, este suele rondar el 2%. Si inviertes €100.000 en un bono al 3% a diez años, con reinversión de cupones, al final del periodo tendrás €134.391. En cambio, si hoy compras dólares e inviertes esa cantidad en un bono estadounidense al 5% a diez años, obtendrás $190.580. Esto implicaría que, para que ambas inversiones fueran equivalentes, el tipo de cambio euro/dólar debería devaluarse hasta 1,418.
Ya lo hemos comentado en muchas ocasiones: el dólar es el activo refugio más eficaz del mundo en situaciones de alta volatilidad. Y la volatilidad, hoy, es cada vez más frecuente y pronunciada. Un cliente me preguntó hace unas semanas: “¿Dónde invertirías en caso de una tercera guerra mundial?”
Una posición del 30% en dólares dentro de una cartera, comprados a buen precio, es lo que dicta la teoría. Aunque yo suelo seguir siempre los buenos consejos de mi padre. Si analizas tu patrimonio global, incluyendo inmuebles y Private Equity, el peso real del dólar se reduce significativamente. Por eso siempre animo a mis clientes a asumir una mayor exposición al dólar dentro del vertical financiero.
Este año, el dólar ha bajado casi un 15%. Quizás sea la mejor noticia de los últimos tiempos. Ahora todas las cábalas giran en torno a cuánto más bajará. Pero eso no lo sabe ni Trump, ni Powell… ni un servidor.
No te dejes llevar por los miedos, ni te dejes embaucar por los analistas que están aprovechando para darle una buena zurra al dólar. Está empezando a ponerse a tiro una de las mejores oportunidades de inversión de los últimos años.
Mi recomendación es que, a medida que siga bajando, vayas comprando. Y si sigue bajando, ¡mejor aún! Porque podrás comprar más y a mejor precio. Esa es la ventaja de invertir en activos de calidad. Y si llega a 1,30, compras más. Y si baja a 1,40… ¡te vendes la casa y todo lo que tengas para comprar aún más dólares! Me lo agradecerás.
El dólar, simplemente, es el dólar.
Un abrazo y feliz verano,
David