Estimado amigo,
Tirar de refranero puede ser muy útil para explicar circunstancias de la vida. En este caso, no va a ser menos: “Más vale prevenir que curar”.
Sin ningún motivo aparente o justificado, hace tan solo 4 meses, las bolsas completaron uno de los peores finales de año de la historia. Los mercados parecían anunciar la entrada en un nuevo ciclo bajista, seguramente vinculado al tan comentado final de este ciclo económico que ya dura más de 10 años.
El 24 de diciembre del 2018, el mercado, también sin ninguna explicación, empezó una recuperación que nos ha llevado a completar uno de los inicios de año más dulces que no recuerdan ni los más viejos del lugar.
La explicación es muy sencilla, no la hay. Ni la macroeconomía ha cambiado, más bien ha mejorado un poco, ni la geopolítica influye tanto como quieren pensar los políticos. Intentar encontrar una explicación al comportamiento del ser humano es meterse en una justificación más bien compleja. Señores la economía es social y esa es la grandeza de muchas cosas en la vida.
En aquellos momentos de incertidumbre, dejamos claro que no valía la pena mal vender nada y que no había que sobre actuar. Hoy, la recomendación es que aquellos activos de calidad que están dando una buena rentabilidad hay que mantenerlos.
De todos modos, lo que sí ha cambiado es la valoración de los activos. Hoy los precios de muchos productos parecen estar sobrevalorados. Vale la pena vender aquellos que consideremos caros.
Recomendamos bajar la exposición del riesgo de las carteras como medida preventiva. El control del riesgo y de la volatilidad es uno de los factores que consideramos clave y más ante las circunstancias actuales. Hay muchas formas de bajar el riesgo sin renunciar a una cierta rentabilidad.
Tras la volatilidad vivida, los mercados han mandado un mensaje claro que no debemos pasar por alto. Además, el mundo evoluciona y la economía cambia. Estoy seguro de que los próximos meses nos van a seguir deparando sorpresas y mejor adelantar el trabajo. Esto no ha hecho más que empezar.
El refranero aporta mucho sentido común algo que en estos mercados escasea.
Un abrazo fuerte,
David Levy