Estimado amigo,
Vaya por delante que declaro públicamente, por nidad de motivos, mi amor incondicional al mejor deportista de la historia.
Pero la carta no va del pasado o presente, ni de la rocambolesca situación futbolística que estamos viviendo, sino que va del futuro bursátil.
Leonel Andrés Messi, en términos empresariales, es un producto (por ejemplo, un IPhone) que ha hecho que el FC Barcelona (por ejemplo, Apple) haya sido una de las mejores inversiones de este siglo.
Por todos son sabidos los excelentes resultados y el extenso palmarés de Leo, que en términos económicos se han reflejado en grandes beneficios para el FC Barcelona y también para todas las entidades que se relacionan con este equipo. Marcas deportivas, televisión, prensa, la Liga, la UEFA, … y un sinfín de empresas. En definitiva, la “cotización” del FC Barcelona y de muchas otras empresas relacionadas han tendido al alza gracias a este maravilloso “producto” que tanto hemos disfrutado en los campos de fútbol del mundo entero.
Seguro que estarás de acuerdo en que si Leo finalmente se va, la acción del Barça seguirá bajando. Si Leo se queda, y somos capaces de crear un nuevo proyecto deportivo ganador, la acción volverá a subir. Una sencilla reflexión que de la misma forma se cumple en la cotización de las acciones en bolsa a medio plazo.
Por eso, que Messi se vaya del Barça no tiene impacto económico sobre el mundo del fútbol a corto plazo, pero sí que lo tiene en el FC Barcelona. Por el momento, es una simple corrección bursátil de cierta magnitud que va a afectar más a unas empresas que a otras, pero Leo seguirá jugando y el fútbol seguirá entusiasmando a sus fans. El problema vendrá cuando se jubile. Para entonces ya tenemos que haber creado otros nuevos ídolos que sigan alimentando las ansias del consumidor.
El fútbol es el opio del pueblo y mueve miles de millones, aunque al final son las personas, las grandes estrellas, como Ronaldo, Neymar, M’Bappe… que mueven a los espectadores y nos hacen pagar lo que sea por una tarde de fútbol. Ahora urge buscar a la nueva estrella emergente que será la que mayor rentabilidad aportará.
Pero por encima de todos estos pensamientos están los números. Se habla mucho de la burbuja económica del fútbol y también se habla mucho de la situación poco saneada de muchas de las empresas relacionadas.
Donde existe mucha deuda, se “sobrepagan” productos, se funciona sin criterios económicos y los beneficios escasean.
Algo parecido es lo que está pasando en algunas empresas que cotizan en los mercados financieros.
¿Se convertirá Messi también en el detonante de la próxima crisis financiera?
Un abrazo fuerte,
David