Estimado amigo,
La situación se sigue complicando. Después de ver el comportamiento de las bolsas en agosto, hay poco que decir. El DAX bajó este mes más de un 20%, casi un 30% desde los máximos del año y un 4% en quince minutos. El tema crucial sigue siendo la deuda de los Estados. Todavía estamos lejos de solucionarlo y quiero dejar claro que es un problema global. No sólo de Grecia, Irlanda o Estados Unidos. Visitar este enlace http://www.usdebtclock.org/ para ver la evolución, segundo a segundo, de la deuda de Estados Unidos: más de 14 millones de millones de USD.
Ahora todo el debate de los analistas se centra en saber qué impacto tendrá sobre la economía. Básicamente se presentan tres escenarios:
- Una desaceleración con crecimientos del PIB cercanos al 1.00%.
- Una recesión (lo más probable desde mi punto de vista).
- La “great depression”, ¡como la de los años 30!
A mi me da igual, cualquiera de las alternativas es regular, mala o catastrófica. Espero estar equivocado y que las economías, gracias a más planes de estímulos (QE3 que ya llega), medidas económicas y políticas fiscales más acertadas, hagan resurgir la economía como el ave fénix.
Seguramente, a corto plazo, veamos algún rebote, pero para que os hagáis una idea el Eurostoxx 50 puede bajar un 20% más desde los niveles actuales hasta llegar a los mínimos de marzo del 2009 y el S&P 500 un 40%. En estos momentos en que todos sentimos una gran frustración es cuando hay que dedicarle más tiempo y trabajo a las carteras para buscar soluciones. Mientras tanto, como hemos venido recomendando, mejor ser muy prudente. Las cosas todavía pueden empeorar. Por cierto: que nadie invierta pensando en el largo plazo como muchas entidades sugieren.
Un abrazo,
David Levy