Vivimos en un entorno de bajos tipos de interés, y conviene que nos vayamos acostumbrando pues todo indica que este escenario nos acompañará por un largo periodo de tiempo. Las decisiones tomadas en las últimas revisiones de tipos del Banco Central Europeo, nos indican que los tipos de interés se mantendrán en mínimos al menos hasta finales de 2020.
Este escenario de tipos impacta directamente en la rentabilidad de activos típicos del ahorrador español, activos como los depósitos y la renta fija. En especial la baja rentabilidad de los depósitos, está obligando a miles de ahorradores que quieren conseguir algo de rentabilidad por sus ahorros, a buscar alternativas. Muchos de ellos se han visto empujados a invertir en renta variable y en fondos de diferentes formatos y exposiciones, pero que se alejan de la gran seguridad que ofrecen los depósitos. Este cambio en la inversión de miles de inversores conservadores supone pasar a asumir un riesgo mayor, totalmente distinto y también quedar expuesto a la evolución de los mercados, algo para lo que la mayoría de esas personas no están acostumbradas.
La exposición a los mercados es algo que afecta no sólo a inversores conservadores sino también a inversores profesionales que buscan compensar las volatilidades tomando posiciones en activos cuya rentabilidad nada tenga que ver con las cotizaciones bursátiles. Y aquí está el secreto, encontrar inversiones alternativas que ofrezcan un ratio rentabilidad riesgo que merezca la pena. Para la gran mayoría de los inversores es también importante que las inversiones tengan una liquidez razonable y que la inversión mínima que requieran no sea excesiva. Inversiones en activos inmobiliarios o en desarrollos energéticos como plantas fotovoltaicas, pueden presentar ratios de rentabilidad riesgo muy razonables, sin embargo requieren invertir un importe muy por encima de la posibilidad de la mayoría de los inversores y también supone renunciar a una liquidez razonable. Otro de los aspectos clave es la diversificación y la manera en la que ésta se concreta dentro de la propia inversión alternativa. Las mencionadas inversiones en inmobiliario o desarrollos energéticos son sin duda un claro ejemplo de la imposibilidad de llevar a cabo una diversificación dentro de dicho activo, a no ser claro que tengamos una capacidad de inversión como para crear una cartera diversificada de dichos activos. Una opción para evitar este problema es invertir en fondos que toman posiciones en esos sectores, de forma que la diversificación llevada a cabo por el fondo se aplica a cada uno de los inversores, pero en el caso de los fondos cotizados nos volvemos a encontrar con el inconveniente de estar expuestos a la volatilidad de los mercados, y en todo caso renunciaremos a parte de la rentabilidad que genera el activo original en el que finalmente estamos invirtiendo, la parte que suponen los costes de gestión y comercialización de dichos fondos de inversión.
¿Es posible encontrar inversiones alternativas que tengan un buen ratio rentabilidad riesgo, que no requieran inversiones millonarias, que cuenten con una liquidez razonable y que además podamos invertir en ellos de manera diversificada?
A continuación desgranamos la inversión en facturas que ofrece MytripleA y que el lector juzgue por sí mismo:
Descripción de la inversión en factura a través de MytripleA
- ¿En qué se invierte?: En la compra de derechos de cobro (facturas) al descuento. El inversor adquiere facturas pendientes de cobro emitidas por empresas a cargo de otras empresas (sus clientes) que de esta forma anticipan su cobro. De esta manera el inversor compra esas facturas a cambio de una rentabilidad invirtiendo a corto plazo y la empresa obtiene una financiación fuera del circuito bancario.
- ¿Por qué las empresas quieren ceder sus facturas por cobrar?: Muchas empresas deciden abrir una línea de factoring que les permita adelantar el cobro de sus facturas y así obtener una financiación ágil y a corto plazo.
Rentabilidad:
- ¿Cómo se genera?: Al descuento: El inversor adquiere (invierte en) toda o parte de la factura, aunque siempre por una cantidad algo menor a su nominal. En la fecha de cobro de la factura el inversor recibe la totalidad del importe invertido más los intereses generados desde la fecha de inversión hasta la fecha de cobro de dicha factura.
- ¿Qué rentabilidad está dando este activo?: En 2018 este activo generó en MytripleA una rentabilidad neta de 4,44% TAE. Entre Enero-Marzo de 2019 la rentabilidad se ha situado en el 4,87% TAE.
Seguridad:
El producto de inversión en Factoring de MytripleA ha incorporado el conocimiento de expertos que cuentan con más de 25 años de experiencia en este producto, con el objetivo de ofrecer al inversor la mejor relación Rentabilidad-Riesgo. Entre otras destacamos las siguientes medidas de seguridad incorporadas en el producto*:
- Cesión global: La empresa que abre una línea de factoring con MytripleA realiza una cesión global del cobro de los deudores incluidos en la línea. Esto supone que el pago de todas las facturas de esos deudores (tanto si se financian como si no) pasan por MytripleA, lo que permite tener una visibilidad de la relación real entre la empresa que cede sus facturas y sus pagadores.
- Seguro de Crédito y Caución: MytripleA ha firmado un acuerdo con Crédito y Caución de forma que el riesgo de insolvencia del deudor (pagador de la factura) es cubierto por esta aseguradora. El importe a financiar de cada factura (importe invertido por el inversor) se fija de tal manera que el importe invertido más los intereses es cubierto al 100% por Crédito y Caución.
- Verificación de las facturas: MytripleA lleva a cabo, en la mayoría de los casos, la verificación de las facturas de manera previa a su financiación, de tal forma que el pagador de las mismas verifica que la factura a financiar es correcta. Dicha verificación queda registrada por Logalty (tercero de confianza).
*No todas las medidas de seguridad son aplicadas a todas las facturas, aplicándose las mismas en función de la previa evaluación del riesgo cedente y riesgo deudor de cada operación.
Importe a invertir:
La inversión en factoring no requiere de una cantidad mínima que suponga una barrera (existe un límite simbólico de 50€). Lo que permite empezar a invertir en este producto con cantidades en donde el inversor se sienta cómodo.
Liquidez:
Es probablemente uno de los principales atractivos de este producto. En la inversión en factoring de MytripleA se adquieren derechos de cobro (facturas) que tienen un periodo de vencimiento medio de 90 días (cada factura tienen un periodo concreto, si bien la media se encuentra en 90 días). Esto implica que cada 90 días aproximadamente el inversor recupera lo invertido más los intereses generados pudiendo, en ese momento, reinvertirlo aumentando así la rentabilidad o disponer de ese dinero sin coste alguno.
Diversificación:
El inversor puede distribuir su inversión en multitud de facturas, tomando una parte fija de cada una de ellas, diversificar entre pagadores y deudores de las mimas. Estas posibilidades de diversificación están disponibles desde el panel de usuario del inversor que de manera muy sencilla le permiten concretar su estrategia de diversificación y así disminuir aún más el riesgo.
Ver Presentación >>
Añadir a todas las características del propio producto, que además el registro es gratuito, y al inversor no se le cobra nada por invertir ni retirar su dinero.
Antes de acabar, me gustaría pedir al lector que analice brevemente las inversiones en las que actualmente está posicionado, y las compare en base a los puntos anteriores expuestos.
Firmado
Sergio Antón