Estimado/a,
Seguramente muchos de vosotros no sois del Barça o incluso no os gusta el fútbol. En mi caso, soy un aficionado culé que además tuvo la suerte de vivir en directo uno de los momentos más importantes de la historia del FC Barcelona.
Expresar con palabras lo vivido durante esos 8 minutos finales es imposible. Me gustaría plantear una recomendación en base a lo acontecido en esos 8 minutos.
El FC Barcelona pasó de perder 4-0 en el campo del PSG a realizar en el Nou Camp una remontada que ya forma parte de la historia del fútbol. Hace tan solo tres semanas el Barça era un equipo acabado y en declive total. Llegando al punto de que su entrenador anunció la semana pasada que no seguirá a cargo del equipo la próxima temporada.
Hasta el minuto 85, esta situación (de mercado) todavía seguía vigente pero ¡en tan solo 8 minutos todo cambió! Esos pequeños hombrecitos de pantalón corto siguieron creyendo y consiguieron algo que nadie jamás había conseguido antes. Lo importante no es eso, sino que en tan solo 8 minutos por ejemplo Leo Messi pasó de una “jubilación anticipada” a ser venerado como la reencarnación de un dios en la tierra.
Haciendo un símil con las inversiones financieras: lo mismo ocurrió con el resultado del Brexit, Italia y sobre todo con nuestro querido amigo Mr. Donald Trump. El mercado, en cuestión de pocos minutos, cambió de dirección provocando grandes vaivenes y generando fuertes emociones entre los inversores, algunas tan fuertes como las vividas en el Nou Camp durante esos 8 minutos.
En el caso de Trump la situación aún fue más dramática. Nadie pensaba que iba a ganar y sobretodo que si ganaba, iba a ser muy negativo para las bolsas. En tan solo 8 minutos el mercado cambió de opinión y desde que ganó las elecciones las bolsas no han hecho más que subir.
¿Cómo es posible que el mercado cambie de opinión en un plazo de tiempo tan corto? Hoy parece que el curso de la economía puede cambiar en tan solo 8 minutos.
Recomendación: Para un inversor con sentido común lo importante es conseguir los objetivos marcados y planificados a largo plazo.
Las valoraciones de los activos deben ajustarse a la realidad económica.
No porque hayan cambiado en 8 minutos debemos dejarnos llevar por la ilusión. Al final, como sabes, pasada la locura del momento, la realidad económica y el sentido común se imponen a 8 minutos de euforia.
Un abrazo,